Desde el 1 de julio hasta el 30 de noviembre de este año, en Kazajstán se extrajeron de la naturaleza aproximadamente 196.000 saigas. Sus canales fueron entregados a empresas nacionales de procesamiento de carne, informa el servicio de prensa del Gobierno de la república.
“Los trabajos se llevaron a cabo en estricto cumplimiento de las recomendaciones científicas”, se indica en el comunicado. Según datos del Ministerio de Ecología y Recursos Naturales, la población de saiga en Kazajstán ha alcanzado hoy un nivel récord de 4 millones de individuos y, después del parto en 2026, será de aproximadamente 5 millones. “Teniendo en cuenta un crecimiento tan rápido, los órganos autorizados, basándose en la justificación biológica preparada por el Instituto de Zoología, llevaron a cabo medidas para la gestión sostenible de la población animal con el fin de prevenir daños a la agricultura y mantener el equilibrio del ecosistema”, subrayó el departamento.
Se prestó especial atención al registro y almacenamiento de derivados: todos los cuernos de saiga fueron marcados y enviados para su almacenamiento a la organización subordinada al ministerio RSE “PO ‘Okhotzooprom’”, en condiciones de seguridad reforzada y con infraestructura especializada.
La población de saigas en Kazajstán disminuyó drásticamente a finales del siglo pasado; en 2003, en el país quedaban hasta 20.000 individuos. Las autoridades introdujeron una prohibición del aprovechamiento de saigas hasta 2024, permitiendo su extracción solo con fines científicos, y se centraron en la restauración de la población.
“En Kazajstán se tomaron medidas sin precedentes para preservar la población de saiga. Sin embargo, el saiga no fue incluido en el Libro Rojo de Kazajstán, en gran parte debido a su capacidad para recuperar y multiplicar su número en un corto período de tiempo”, explicó Konstantin Plakhov, jefe del laboratorio de biocenología y caza del Instituto de Zoología del Comité de Ciencias del Ministerio de Ciencia y Educación Superior de Kazajstán.
En junio de 2022, Serikkali Brekeshev, que entonces ocupaba el cargo de ministro de Ecología, informó de que el plan para restaurar la población de saigas en Kazajstán se había sobrecumplido, pero los animales se habían vuelto tan numerosos que comenzaron a complicar la vida de los agricultores locales: pisoteaban pastizales y competían con el ganado por el alimento. Como resultado, se tomó la decisión de reducir la población de saiga en un 10%, es decir, eliminar 80.000 cabezas, lo que provocó una fuerte indignación pública. El presidente Kassym-Jomart Tokayev criticó entonces esta decisión, pero no la revocó.
A principios de 2024, la caza de saigas fue finalmente suspendida para realizar un conteo detallado. La primavera pasada, las autoridades de Kazajstán retomaron esta idea y desarrollaron una correspondiente “hoja de ruta”.



