Corrupción judicial en Kirguistán: el caso que permitió actuar a un presunto asesino en serie

Implicados en el caso. En la última foto - Kumarbeck Abdyrov. Foto del servicio de prensa del Ministerio del Interior de Kirguistán

En Kirguistán han sido detenidos tres exjueces del tribunal de la ciudad de Biskek y un fiscal, quienes en 2016 suavizaron la sentencia de un hombre que posteriormente confesó una serie de asesinatos. Así lo informa el servicio de prensa del Ministerio del Interior de la república.​

Según la investigación, las juezas Saniya Brancheva y Zhanyl Mambetaly y el juez Kaisyn Abakirov (en el comunicado de prensa del Ministerio del Interior solo se indican las iniciales, mientras que varios medios han mencionado los nombres completos), junto con el fiscal identificado por las iniciales D. M., participaron en la mitigación de la sentencia de Kumarbeck Abdyrov, cuya culpabilidad en el intento de asesinato de una joven de 21 años estaba completamente probada. En 2015, el Tribunal del Distrito de Oktyabrsky lo condenó a 12 años de prisión, pero en 2016 el tribunal de la ciudad de Biskek, compuesto por los jueces S. B., Zh. M. y K. A., con la mediación del fiscal D. M. y del abogado S. Zh., violando las normas del Código Procesal Penal de la República Kirguisa, suavizó la pena. Como resultado, Abdyrov salió en libertad en 2018 en virtud de una amnistía.​

En septiembre de este año fue detenido por el asesinato de la joven de 17 años Aysuluu Mukasheva. El caso tuvo tal repercusión que el presidente de Kirguistán, Sadyr Japarov, ordenó preparar el restablecimiento de la pena de muerte para determinados delitos, incluida la violación con resultado de muerte, y las correspondientes enmiendas fueron sometidas a debate público.​

Durante los interrogatorios, Abdyrov y sus familiares cercanos prestaron declaraciones de culpabilidad y relataron en detalle el esquema de corrupción que le permitió salir en libertad anticipadamente. Como resultado, fue arrestado el abogado, sospechoso de haber entregado sobornos a los jueces, mientras que el Consejo de Jueces dio su consentimiento para procesar penalmente a sus excolegas, que ya habían sido despedidos anteriormente en el marco de inspecciones anticorrupción.​

A Brancheva, Mambetaly y Abakirov se les han imputado cargos por la comisión de delitos previstos en los artículos 336 (“Corrupción”) y 352 (“Dictado de una sentencia injusta u otro acto judicial injusto”) del Código Penal de Kirguistán. Al fiscal también se le acusa con arreglo al artículo 336.​

El asesinato de Aysuluu Mukasheva ocurrió el 27 de septiembre de 2025 en la provincia de Issyk-Kul. Abdyrov recogió a la joven de 17 años en la carretera, la llevó a un huerto de manzanos, la agredió sexualmente y posteriormente la estranguló, ocultando el cuerpo en el desfiladero de Boom; la policía identificó al sospechoso mediante cámaras de vigilancia y lo detuvo en Biskek.​

Durante los interrogatorios, Abdyrov confesó las violaciones y asesinatos de varias mujeres, entre ellas Kamila Duishebaeva, de 19 años, cuyo caso tuvo repercusión por los vínculos familiares de la víctima con el tío del exfiscal general de Kirguistán. Una de las víctimas supervivientes recordó durante el interrogatorio que el agresor le dijo: “¿Cómo has conseguido soltarte? Antes que tú, nadie pudo”, lo que llevó a los investigadores a pensar que el criminal ya había cometido agresiones anteriormente.​

La investigación mostró que las víctimas de Abdyrov eran chicas y mujeres jóvenes a las que recogía haciéndose pasar por taxista. Según las autoridades, los delitos ocurrían principalmente en zonas montañosas y en las afueras de las ciudades.